Gracias a Ciya, bailarina oriental y profesora, por informarnos sobre los nuevos métodos para continuar la enseñanza de sus cursos de danza del vientre en video, a pesar del coronavirus.

En el contexto de la crisis sanitaria relacionada con el Covid-19, les ofrece diferentes fórmulas para aprender la danza del vientre, así como talleres temáticos ligados con la danza oriental. ¿Puede contarnos un poco más?

Si, absolutamente, hay que saber volver a levantarse, a pesar de la situación. Gracias a Internet, he podido mantener mi actividad. Desde el anuncio de la cuarentena, implementé pequeños tutoriales y cursos de danza del vientre en línea a través de Youtube y Facebook. Ciertos videos son públicos, otros privados dedicados a mis estudiantes e inscritas.
También ofrezco cursillos en línea, y "en vivo" en las redes sociales con invitados cada semana, para hablar sobre diferentes temas relacionados con la danza del vientre. La semana pasada, hice, por ejemplo, un tutorial con una maquilladora profesional para dar consejos y trucos para realizar un maquillaje oriental de escena.

¿Cómo adapta usted su enseñanza de la danza oriental a distancia a través de video?

La restricción por video, es que las condiciones no son las mismas que en un salón de baile: menos espacio, sin espejos grandes, sin la misma interacción con las alumnas… Así que trato de adaptarme lo mejor posible para garantizar el mejor servicio a mis alumnas. Les sugiero que me envíen sus presentaciones por video, para poder corregirlas. Siempre trato de ser muy positiva en mis videos, sonriendo, para que pasen un buen momento.

Como profesora de danza del vientre, ¿en qué puntos cree que es necesario estar extremadamente atento para garantizar una formación de danza oriental de calidad en video?

Para garantizar cursos en línea de calidad, hay que tener una buena conexión, proponer un servicio de corrección a las alumnas para que ellas puedan progresar bajo la mirada de su profesora, y adaptar el espacio lo mejor posible: poner espejos, despejar al máximo la pieza. Obviamente, esta sería la solución perfecta, pero hacemos lo mejor que podemos.

¿Cuáles son las observaciones de las alumnas y practicantes que han seguido este tipo de curso desde casa?

Las alumnas parecen estar satisfechas. Todos los días, recibo mensajes de agradecimiento, ellas me dicen: “Sentimos que estamos contigo en el salón de baile”, ¡Eso motiva! Ellas están contentas de poder seguir bailando en casa.
El único inconveniente: a veces problemas de conexión, debido a las redes saturadas. Pero en general, está bien, trato de dar mis cursos en vivo en períodos de poca actividad, como la tarde.

¿Tiene un mensaje para enviar a la comunidad de bailarinas de danza del vientre, ya sean bailarinas orientales profesionales cuyos contratos han sido cancelados o a aquellas cuyas galas se han postergado?

¡Ánimo! Es un mal momento que hay que pasar, y a todos nos concierne, no sólo a la danza oriental… Así que mantengámonos conectados y seamos solidarios.

¿Cuál es su recorrido de bailarina y profesora de danza del vientre?

Comencé la danza oriental a los 15 años, con Myriam Douïou, en Paris.
Luego continué mi formación tomando cursos y haciendo prácticas con muchos grandes maestros de la danza del vientre, en Francia, en Egipto, y en el mundo entero. Me uní a diferentes compañías de danza y creé mis propias compañías y espectáculos. Nunca dejé de formarme hasta hoy.
Como bailarina de danza del vientre, tuve la suerte de pisar hermosos escenarios, como la "Cigale" y el "Institut du monde arabe" en Paris. Todas mis experiencias me han permitido enriquecer mi baile.
También he tenido eventos importantes en mi carrera, como mi participación en el rodaje de la película “El inmortal”, de Claude Berry.
Pero lo que siempre he querido desarrollar, es la enseñanza de la danza del vientre. Concentré toda mi energía en eso. A los 30 años, realicé mi sueño: abrir mi propia escuela de baile. La enseñanza es pasión para mí, no me veo bailando sin poder transmitir.

¿Cuál es el estilo de danza oriental que usted prefiere y por qué?

Estoy muy apegada al estilo “egipcio” de la danza oriental.
Y me gusta la música clásica oriental, la buena música. Lo que prefiero bailar, son los clásicos de Oum Kalthoum, Abdel Halim Hafez, Mohamed Abdel Wahab o incluso Warda… música con muchas emociones.
Me encanta el baladí awadi, un baladí instrumental con sentimientos, donde la bailarina es una sola con los instrumentos.
Ya lo habrán entendido, me gusta bailar la música que me transporta y me emociona.

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