En resumen ¡Soy una bailarina oriental!

¡La vida de una bailarina oriental está llena de sorpresas y originalidad! Aquí vamos a contar algunas peculiaridades que nos hacen sonreír y en las que muchas de ustedes se reconocerán…

Yo transporto y manipulo objetos “extraños”

Nunca sin mi bastón de danza del vientre, mi candelero o mis alas de Isis! Tu pasión por la danza del vientre es desbordante pero también puede ser invasiva... Cuando se trata de almacenar todo el material en casa o transportarlo para las clases, galas o actuaciones en tu maletero o en el transporte público, no es que nos arrepintamos de seguir nuestra pasión, pero ¡oye! Por qué, al final, no nos hemos interesado en las canicas o en el ajedrez en lugar de la danza oriental, en algunos casos habría sido un poco más simple... Eso sin mencionar que un bastón con purpurina o un sable que sobresalen del bolso terminan por preocupar a los otros pasajeros en el metro...

Ahora no hago algunas cosas de la vida cotidiana de manera "normal"

Desde que soy una bailarina oriental, cepillarme los dientes, esperar el autobús o hacer las tareas del hogar tienen un doble interés: realizo mis actividades diarias y al mismo tiempo entreno ¡Me tonifico porque aprovecho todos estos minutos para practicar mis movimientos de caderas! Sin embargo, es aconsejable advertir antes a quienes te rodean, porque cepillarse los dientes mientras hace las “ondulaciones del camello”, puede sorprender...

Donde sea que yo vaya ¡brilla!

Fanática de la purpurina y los brillantes, es muy simple, me siguen a todos lados... Ya sea que vengan de mis trajes de danza del vientre, mis accesorios, mi cabello o de mi maquillaje, siembro involuntariamente en todas partes: en mi cama, en mi auto y en mi vestimenta, por supuesto, también en mi billetera y mi nevera... ¡todo brilla!

Paso mucho tiempo explicando y argumentando

Es un poco menos divertido... pero es verdad que tan pronto como digo que estoy haciendo danza oriental la gente queda con la boca abierta... Entonces, repito: "Sí, soy una bailarina oriental y no, no soy una stripper...", "Sí, soy una bailarina oriental y no, no es una danza inocua, es un arte que requiere una verdadera educación"... Blablabla... Algún día comprenderán…

Yo hablo en otra lengua

« Doum doum tak », « Shimmys », « Baladi », « Sharqui », « Oum Kalthoum »… Para algunos es como si les hablaras en chino, pero para mi es importante. La danza oriental tiene su vocabulario y su historia. Conocerlo y dominarlo es un verdadero valor agregado porque permite, entre otras cosas, dar sentido a tus bailes.

He cuadruplicado en número mis amigas

Entre mis compañeras de clase de danza del vientre, mis amigas en las prácticas y en los festivales, las apasionadas virtuales y bailarinas de danza del vientre de todo el mundo con las que discuto en las redes sociales; Se puede conocer gente de muchas maneras y de forma muy rápida y sencilla, en este medio esencialmente femenino, porque nos interesamos en en todos los temas relacionados con la danza oriental: técnica, historia de la danza del vientre, vestuario, accesorios, actuación de grandes bailarinas

En resumen, soy una bailarina oriental, ¡me encanta y estoy orgullosa de ello!

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