La danza del vientre, una historia de familia…

Gracias a Yzza, bailarina y profesora, por compartir su recorrido y sus favoritos en materia de la danza oriental.

Usted practica la danza del vientre, y sus 2 hermanas también. ¿Nos puede contar su trayectoria? ¿Cuál es el origen de este amor a primera vista colectivo y casi "genético"? ¿Qué es lo que más le gusta de la danza de la danza oriental? ¿Y qué le aporta la danza del vientre?

Soy la primera de las 3 hermanas que comenzó la danza oriental, pero no la primera de la familia… La danza viene de nuestra madre. Ella misma ha practicado profesionalmente y enseñado los bailes del Magreb, antes de tomar la danza oriental como como un pasatiempo muchos años después. Una noche, ella me llevó a un curso en la que estaba inscrita, este fue mi primer contacto con la danza oriental. En el siguiente año escolar, aún bajo el impulso de mi mamá, me uní a ella en clase. Tenía entonces entre 13 y 14 años (hace 20 años). Tomé mis lecciones de danza del vientre en St Etienne: un año con Djamila D., 2 años con Myriama, luego me uní a los de Farida Seidi durante 3 años. Al mismo tiempo, enriquecí mi formación con numerosas prácticas con maestros internacionales invitados por mi profesora de danza del vientre de aquella época, y a los 17 años me fui a Egipto por primera vez. Mientras tanto, mi primera hermana Mélia, también se había dedicado también a la danza del vientre y años más tarde mi hermana más joven Léna a su vez comenzó a ser alumna de mis clases cuando sólo tenía 6 años.
Es genial poder bailar en familia, mi hermana Mélia y yo misma abrimos juntas el estudio Yzélia en St-Etienne y creó nuestra compañía de danza oriental del mismo nombre. Nuestra mamá gestiona los aspectos administrativos, crea decenas de trajes de danza del vientre y nos brinda un apoyo inquebrantable desde el comienzo. Mi hermana Léna ha continuado haciendo nuestros cursos durante todos estos años y es muy activa en nuestra compañía.
También desarrollé mis cursos de danza oriental en solo, en Lyon además de nuestras actividades familiares y hoy, Mélia enseña sola en nuestro estudio. Lo que me gusta de la danza del vientre, es la diversidad de estilos. Las danzas orientales son tan ricas y variadas, ¡Que no te cansas de ellas! Me gusta poder multiplicar las posibilidades de interpretación: a veces terrestre en un Baladí, otras veces aéreo en un Sharqi o incluso jugadora con una Melaya. La danza oriental me aporta un medio de expresión inagotable, un medio de expresar mi creatividad coreográfica gracias también a la compañía Yzélia y mucha alegría ¡Por supuesto!
A pesar de mi segundo trabajo (psicóloga social), no podría prescindir de él y conciliar mis 2 actividades sigue siendo una evidencia.

Usted tiene una sólida experiencia internacional en Canadá. ¿Cómo se le presento esta oportunidad? ¿Qué le aportó la práctica y la percepción de la danza oriental? ¿Son similares en Canadá o existen diferencias significativas?

Inicialmente, fui a Canadá para mis estudios de psicología, en el marco de un intercambio universitario de un año. Cuando acababa de llegar a Toronto, decidida a seguir mi aprendizaje de la danza del vientre, me inscribí en clases en la Arabesque Academy. Sólo después de 2 o 3 semanas allí, la directora de la academia me propuso hacer una audición para su compañía profesional. Por suerte se había organizado una justo después de mi llegada. Así es como me incorporé en la Arabesque Dance Company, antes de unirme igualmente a la escuela como profesora de danza del vientre algunas semanas más tarde.
Fue un año muy intenso, tomaba varios cursos a la semana, enseñaba, ensayaba con la compañía y multiplicaba los escenarios en Toronto y otros lugares de Canadá, mientras continuaba mis estudios. Lamentablemente, después de un año tuve que regresar a Francia y regresar nuevamente a la universidad en Lyon, pero algunos meses más sentía mucha nostalgia por esta vida, así que regresé allí por casi dos años, poniendo en pausa mis estudios universitarios. Esto fue una experiencia extraordinaria que me enseño mucho y que considero como determinante en mi vida como bailarina oriental y maestra.
Yasmina Ramzy es una coreógrafa sinigual que ha enriquecido enormemente mi baile.
Además, pude constatar que los bailes orientales eran más valorados en Canadá que en Francia, se les había dado un verdadero lugar entre los otros bailes, también como a las ideas de los grandes teatros. El trabajo de Arabesque era, por ejemplo, subvencionado por el consejo de artes de Ontario, ¡Algo que nunca vemos aquí! Otro ejemplo: realizamos nuestro espectáculo 5 veces en una semana, y el público que no conocía estaba presente en cada actuación.

Como profesora titulada de danza del vientre, ¿Cuáles son para usted los criterios prioritarios de una buena pedagogía y de una enseñanza de calidad en esta disciplina?

Creo que primero tienes que ser capaz de ponerte en el lugar de tus alumnos, estar atenta y escuchar para ajustar tu pedagogía según sus necesidades y posibles dificultades. Trato de adaptar mi enseñanza de la danza del vientre para acompañar a cada alumno, algunas son más visuales, mientras que otras prefieren que las explicaciones sean más detalladas, lo fundamental es poder identificar cómo hacer que cada persona avance. Para mí la técnica es primordial, le pongo un verdadero punto de honor, soy perfeccionista en la vida y pienso que eso se refleja en mi enseñanza. No obstante, es también importante hacer descubrir las riquezas de los bailes orientales, transmitir los diferentes estilos que la componen, y empujar a los alumnos a desarrollar sus capacidades de interpretación.
Para brindar una educación con calidad, también es fundamental seguir formándose, alimentarse del conocimiento y de la creatividad de otras bailarinas y bailarines para dar siempre lo mejor a sus alumnos.
Finalmente, como profesora de danza del vientre, pienso que mi papel también es crear un ambiente favorable y positivo para que las chicas se sientan bien. Para mí, también es un criterio que hace que la enseñanza sea cualitativa, el ambiente juega con el placer que tenemos de venir a clase e impacta en la motivación y por ende en el aprendizaje.

¿Qué crees que hace que una bailarina oriental (profesional o no) sea competente en su arte durante sus presentaciones?

Me cautivará una bailarina oriental que tenga presencia, que sea expresiva y que comunique con su público. Evidentemente, una muy buena técnica también es importante, es la base, pero una técnica perfecta en una bailarina con el rostro cerrado no será suficiente para seducirme.
Una cosa que también cuenta mucho es un buen conocimiento de la música y del estilo que la bailarina presenta, no se puede bailar un sharqi de la misma forma que un Saidi, o un gran clásico de la misma manera que un Shaabi. La interpretación y la postura harán la diferencia.

Para usted, ¿Es tan agradable mirar a una bailarina oriental? ¿Qué bailarina oriental admira más y por qué?

Depende de manera general de los hombres, soy más sensible a la interpretación del folclor y especialmente al Saidi. Uno de mis mejores recuerdos del espectáculo y, por cierto, un Saidi de locura interpretado por 5 grandes bailarines egipcios en El Cairo hace algunos años, en el festival Raqs, ¡İpor supuesto! Reunió a Tito, Mohamed Shahin, Wael mansour, Gamal y Khaled Seif, acompañados por una orquesta. La energía y el placer que surgieron fueron increíbles.
De igual que aprecio también el oriental interpretado por hombres, pienso principalmente en David Abraham que admiro por su fluidez, a Ihlan por el lado francés, y mi bailarín preferido es el egipcio Tito. Adoro su técnica, su estilo, su interpretación… y sus magníficas galabiyas. También me gusta mucho Kareem GaD que encuentro excelente bailarín y muy creativo en sus coreografías.


Si tuviera que citar 3 títulos de su playlist de danza el vientre, ¿Cuáles serían? Y ¿Por qué?

"Inta omri" de Oum Kalthoum es mi canción preferida de todos los tiempos, el encuentro muy conmovedor.
Podría citar también "3ala babi wa2ef amaren" de Melhem Barakat que me encanta desde hace años por su melodía, tan embriagante, pero en el sentido positivo del término.
Y para una canción un poco más pop, me encanta la canción "Bel sodfa" de Nancy Ajram, encuentro que el acompañamiento instrumental es muy lindo.

¿Ha practicado otros bailes fuera de la danza del vientre? Si es así, ¿Cuáles son estos bailes que le gustan y por qué?

Si, he practicado muchos otros estilos de baile. Comencé por el clásico en el conservatorio cuando tenía 6 años (también toqué piano, hice solfeo y coro), luego contemporáneo cuando era niña también.
Cuando era estudiante de secundaria probé el rock, luego la danza africana y el jazz moderno.
Como estudiante de secundaria, me dediqué completamente a la danza del vientre, luego en mi vida de estudiante probé el hip hop (¡no fue un éxito!) y la salsa, la cual seguí por varios años en Lyon y Canadá.
Más tarde en paralelo con la salsa, también hice 2 años de chachachá, y más recientemente un poco de ragga dancehall.
Me gustaron todos estos bailes y pienso que cada uno me aportó algo.
Por ejemplo, mis años en el conservatorio me trajeron rigor, la danza africana me aportó mucha alegría y relajación, y debo decir que las danzas a las que he sido más sensible además de las orientales son los bailes latinos, en particular, por el rico trabajo de los pies, pero también por la música, ¡Por supuesto!

Descubre a Yzza, Mélia, Léna en video :

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